TEATRO SOCIAL Y TEATRO DE LA OPRIMIDA
El Teatro Social incluye la aplicación de técnicas teatrales y la experiencia artística en el campo de la intervención, pues se trata de una práctica que pretende atender las necesidades sociales para que el sujeto pueda liberarse y se construya como ser social (Feijoo, 2006, citado por Vietis, 2016).El Teatro de la Oprimida se enmarca en esta vertiente teatral pues incluye los elementos entendidos como clave en la intervención psicosocial: sensibilización o toma de conciencia, fomento de la participación y empoderamiento como camino hacia la transformación social desde la propia comunidad implicada.
El T.O surge en los años sesenta en Brasil de la mano de Augusto Boal (1931-2009) y se extiende por Latinoamérica y Europa debido al exilio de su creador. Se fundamenta en la Pedagogía del Oprimido (1970) de Paulo Freire (1921-1997). Una pedagogía que pretende liberar a las personas oprimidas mediante una educación que permita tomar conciencia de los ejes del poder que sustentan las opresiones. Es una oposición a lo que el mismo autor llama educación bancaria, en la cual “el conocimiento es una donación de aquellos que se juzgan sabios a aquellos que se
juzgan ignorantes”. (Freire, 1970, p.52). Por lo que se les impide utilizar la educación como motor de búsqueda y las mantiene alienadas del saber. El T.O es un sistema de ejercicios físicos, juegos estéticos y técnicas especiales cuyo objetivo es restaurar y restituir a su justo valor esa vocación humana, que hace de la actividad teatral un instrumento eficaz para la comprensión y la búsqueda de soluciones a problemas sociales e intersubjetivos y “se desarrolla a través de cuatro aspectos fundamentales: artístico, educativo, político-social y terapéutico”. (Boal 2004, p.28).
Desde el TO se entrega a las personas la producción teatral para que se reapropien de un lenguaje artístico, propio de todo ser humano que no está vinculado a ciertas clases o profesiones. Lo que este método persigue es la “des-mecanización” física e intelectual de las participantes estableciendo condiciones prácticas para que las personas hagan uso del lenguaje teatral y amplíen sus posibilidades de expresión, a través de una comunicación directa, activa y propositiva (Grupo de Teatro del Oprimido Rosario, 2008). Se podría decir, por tanto, que es un teatro basado en la praxis, ya que trata de ir más allá de la discusión abstracta sobre una temática. Plantea acciones que además de remover conciencias permitan actuar y transformar la realidad social.
El T.O se desarrolla en diferentes vertientes que serán expuestas a continuación para comprender con mayor profundidad esta práctica teatral. La formulación teórica y estética del T.O es representado por Boal como el “Árbol del Teatro del Oprimido” (Imagen 1) como explicación gráfica bastante clara de los diferentes elementos del Teatro del Oprimido.

Imagen 1
La técnica que se utilizada en la maleta pedagógica del proyecto de Lxs Desaparecidxs del Sáhara:
El Teatro Imagen, otra de las principales técnicas del T.O. consiste en representar mediante los cuerpos emociones y opresiones que las personas sientan en su interior y que no son conscientes a primera vista. “Es una modalidad teatral que en un principio no usa la palabra, sino que fomenta el desarrollo de otras formas de comunicación y percepción: las posturas corporales, las expresiones del rostro, las distancias a las que se colocan las personas durante la interacción, los colores y los objetos, es decir, el lenguaje no verbal.” (Motos, 2010. p.53).
Tal y como sugiere el mismo autor, cualquier situación de opresión, miedo o exclusión engendra siempre signos visuales que se traducen en imágenes y movimientos. Y la práctica teatral hace del cuerpo su instrumento principal enseñando a la propia persona a dominarlo y hacerlo expresivo. Trasladar el lenguaje en imágenes aclara a las personas sus conductas de sumisión, lo que ayudará a les esclarecer el proceso de
liberación.
BIBLIOGRAFÍA
Boal, A. (1980). Teoría del Oprimido: teoría y práctica. (2º ed.). Buenos Aires: Nueva Imagen.
Freire, P. (1975). Pedagogía del Oprimido (1º ed.).
Motos, T. (2010). Teatro imagen: expresión corporal y dramatización. Revista De Estudios Históricos, 16, 49-73.
Puga, I. (2012,). Teatro del Oprimido: dispositivo crítico para la Psicología Social Comunitaria. Rev. Sociedad & Equidad, 3, 195-210.
Vieites, M. (2016). Trabajo Social y teatro: considerando las intersecciones. Cuadernos de Trabajo Social, 29(1),21-31.